Elegir
una especie como símbolo de un territorio nacional, provincial o
regional, es sin lugar a dudas una forma de crear toma de conciencia
y vinculación por parte en de la sociedad para con la fauna y/o
flora nativa, lo cual nos ayuda a lograr su preservación.
La
Provincia del Chaco cuenta con ocho monumentos naturales, pero, esto
sin embargo, no ha logrado conseguir ponerlas en valor ni generar
conciencia al respecto conocimiento ni sensibilidad en la sociedad,
por una falta de difusión general y de educación en las escuelas,
aparte de que se trata de siendo además animales escasos y de
difícil observación.
Para
que un nuevo símbolo sea legítimo y significativo, debe
garantizarse que la especie elegida sea representativa de nuestra
provincia, que los ciudadanos tengan conocimiento de aquello que van
a votar, y que dicha votación sea masiva.
La
elección del grupo “aves” se fundamenta en que éste es, quizá,
uno de los grupos más apreciados por su belleza, de fácil
observación y amplia distribución, y considerando que no existen
aves entre los actuales monumentos naturales, pretendemos someter a
votación entre toda la sociedad chaqueña, la elección del ave
provincial.
Desde
1928 la República Argentina cuenta con un ave nacional, el hornero,
el cual fue elegido mediante una consulta popular utilizando para
este fin el Diario La Razón. Este ave, además, forma parte del
escudo de la institución ambientalista más antigua del país: Aves
Argentinas.
Respecto
a antecedentes de elección de un ave representativa en un contexto
provincial, nos encontramos con el subproyecto “Elección
del ave provincial de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur”, incluido en el proyecto “Biodiversidad de Tierra
del Fuego: Nuestro Patrimonio Natural y Cultural”, llevado a cabo
por una institución educativa de esta provincia y de la cual resultó
seleccionada el carpintero gigante.
Considerando
los antecedentes mencionados, durante el 2016 desarrollamos un proyecto
en el que nos propusimos la elección del “ave provincial” mediante un proceso
participativo, que permita lograr un “sentido de pertenencia”,
respeto y valoración de dicha especie para su protección, lo cual,
por extensión, proporcionará cobertura a y el de los ecosistemas en
los que habita y a sus otras especies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario