viernes, 11 de septiembre de 2015

El Parque Caraguatá: un valioso espacio verde con potencial de reserva natural urbana que se nos diluye entre las manos.

Desde hace algunos años venimos siendo testigos del “tironeo”, casi a modo de botín de guerra, del que es víctima el espacio verde público más extenso con que cuenta la ciudad de Resistencia, y en conjunto el Área Metropolitana de Resistencia –un continuo urbano que reúne además a las localidades de Vilelas, Barranqueras, y Fontana-. Nos referimos al  Parque (en los últimos días llamado “ex Parque”) Caraguatá. 

Con el correr de los años, y desde su creación en octubre de 2001, este espacio pasó “de mano en mano”, de administración en administración, que incluyen la municipal, la provincial y la ejercida, por poco tiempo, por el Instituto de Seguridad Social y Seguros y Préstamos de la Provincia del Chaco (INSSEP); para finalmente depender, nuevamente, del Municipio. Sobre el Parque Caraguatá, además, se han proyectado todo tipo de planes que, en todos los casos, lo desafectaban –y desafectan- de la función con la que fue creado inicialmente. Hacia julio de 2013 se pensaba al Parque como sede de los tres poderes del Estado Provincial a través de la construcción de la Ciudad Cívica, la que ocuparía 12 de sus 77 hectáreas. Los planes cambiaron en mayo de este año, cuando en distintos titulares de publicaciones periódicas nos enterábamos que al Caraguatá trasladarían el cementerio de la ciudad. Aun más alarmantes fueron las noticias difundidas durante los últimos dos meses, acerca del proyecto que prevé la “urbanización” de este espacio verde, mediante la ejecución de un “ambicioso plan de viviendas”.


Los espacios verdes públicos y en general, las áreas verdes urbanas, cumplen un rol fundamental en el paisaje urbano porque permiten la introducción o persistencia de lo natural, pero también son claves para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes ya que cumplen una serie de funciones de singular importancia para los mismos. Usualmente, los parques, reservas naturales, plazas, arbolado público, jardines y demás áreas verdes de las ciudades constituyen los únicos espacios libres y gratuitos para los ciudadanos.

En la actualidad, en la planificación y desarrollo de las ciudades se identifica una deficiencia no sólo en la cantidad sino también calidad y conectividad de los espacios verdes urbanos y entre éstos y su entorno natural próximo, lo que limita el cumplimiento adecuado de sus funciones en términos ecológicos, ambientales y recreativos.

El Parque Caraguatá es un valioso espacio verde que se nos diluye entre las manos, tan necesario, de acuerdo a su localización, situación y a las funciones que cumple, en un contexto de déficit y degradación de las áreas verdes urbanas, en general, y de los espacios verdes públicos, en particular.


La situación de los espacios verdes en la ciudad de Resistencia: verdes no tan verdes y el problema de la accesibilidad


De acuerdo a los datos suministrados por la Dirección de Catastro de la Municipalidad de Resistencia, los espacios verdes en la ciudad alcanzan un número de 719 (a 2013), los que de manera conjunta abarcan 2.953.028 m2. Al dividir esta cifra por la cantidad de habitantes, obtenemos el índice de área verde (IAV) que, para el aglomerado urbano sería de 10,15 m2 por habitante (a 2010 la ciudad de Resistencia contaba con 290.723 habitantes). Esto nos indica que existiría una adecuación a los estándares internacionales que recomiendan como aceptable el mínimo de 10 m2/hab. Pero este indicador (IAV), aunque da una visión general, al no estar corregido según categorías como escala, estado y distribución, y tampoco al considerar la población servida dentro del radio de influencia de los mismos, no alcanza a ser suficiente para describir una situación respecto al tema.
Los 719 espacios verdes de la ciudad adquieren una distribución irregular en la trama urbana, y mientras existen barrios que en apariencia dispondrían de un número y superficie adecuadas de espacios verdes, otros presentan escasez o inexistencia, advirtiéndose así que, en muchos casos la oferta no se equipararía con la demanda si se tiene en cuenta la cantidad de población que se asienta en cada sector. Claro ejemplo de esto último son los barrios del norte, este y extremo sur de la ciudad.

No todos los espacios verdes son “útiles”

En la ciudad no todos los espacios verdes son útiles. Es decir que no todos ellos poseen características que definirían sus funciones tanto sociales como ecológicas. Los espacios verdes útiles son definidos como aquellos que por su forma, dimensiones, área, función de permanencia y facilidad de acceso pueden o podrían ser utilizadas, dado un manejo determinado. Es decir que cumplen estándares mínimos de superficie y forma asegurando un espacio adecuado para el desarrollo de actividades básicas de interacción social, recreación y contacto con la naturaleza. Se tienen en cuenta aquí también además de los atributos mencionados, la situación actual de los espacios verdes respecto a estados de uso u ocupación.

La mitad de los 719 espacios verdes (357) son parterres, por lo que según los criterios de tamaño, forma y función de permanencia en la ciudad de Resistencia existen solo 64 espacios verdes útiles (49 de escala barrial, inferior a 1,5 ha, 9 de escala urbana –entre 1,5 y 15 has-, y 4 de escala metropolitana –de más de 15 has). En la ciudad contábamos con un parque urbano a 2013, al que se le agregó el Parque de la Juventud y la Democracia inaugurado el corriente año, con lo cual sumamos 5 parques y 9 plazas. Los demás espacios verdes públicos son agrupados en otras categorías.

Pero si a la “ecuación” de tamaño, forma y función que definirían a un “espacio verde útil” le agregáramos la “variable” estado, este número se reduciría a 19 (sólo 19 de ellos se encuentran en uso pleno de sus funciones), dado que el resto está afectado por la condición de “baldíos” o “ocupados”, lo cual dificulta claramente el acceso a la población, sin olvidar que en gran porcentaje de éstos predomina el cemento y no el “verde”, adjetivo calificativo al que hace referencia su nombre.
Ante la situación descrita, la existencia y conservación del Parque Caraguatá como tal es de suma importancia para la ciudad, y por extensión para sus habitantes. Pero los rasgos generales del problema a nivel urbano no es el único argumento que sostiene esta afirmación. El Parque Caraguatá, es valioso en sí mismo.

¿Por qué es importante – y por qué nos importa- el Parque Caraguatá?

Características generales del Parque Caraguatá:

El espacio verde (hasta ahora) público, es el más extenso con que cuenta la ciudad de Resistencia, en el conjunto el Área Metropolitana del Gran Resistencia. Se ubica en el norte de la ciudad, corresponde a la circunscripción II, chacra 20, parcela 1. Se encuentra dentro del marco de la Ruta Nacional Nº 11, la Ruta Nicolás Avellaneda y la Defensa Norte. El sitio en que se inserta pertenece a la cuenca del Riacho Ojeda cuya pendiente se orienta hacia el sur, para volcar sus aguas al Río Negro. (Administración Provincial del Agua –APA-) Pertenece al Sitio Ramsar “Humedales Chaco”, declarado como tal en 2004 y se encuentra próximo al Área de Importancia para la conservación de las Aves (AICA) “Valle de inundación del río Paraná y Paraguay”.

La importancia de este espacio verde radica en su extensión, en la gran biodiversidad que alberga, en la cobertura vegetal y en los ambientes que posee, representantes de las formaciones típicas del Chaco Oriental. La importancia de su conservación se vincula con sus características intrínsecas y con las funciones de toda índole derivadas de éstas (ecológicas, sociales, educativas, económicas).

¿Cómo se compone el Parque Caraguatá?

Las 77 hectáreas que conforman el Parque Caraguatá albergan diversos ambientes, propios del Distrito Fitogeográfico del Chaco Oriental o Chaco Húmedo (Morello y Adamoli. 1974). Aquí el bosque nativo alcanza a cubrir un 31,8% de la superficie total, cañadas y pajonales se distribuyen sobre un 9,2 %, cuerpos de agua abarcan 1,8 %, sabanas y sabanas mixtas con palmeras ocupan 47,7%, mientras que el suelo desnudo, caminos o suelo intervenido cubren el 9,4 %. Dentro de estos ambientes se incluyen especies vegetales representativas como quebracho colorado (emblemática para nuestra región), algarrobo, espinillo, palmera caranday (indicadora de áreas anegables), entre otras.

Sólo por mencionar a la aves como parte de la fauna en su conjunto, se reconocen en el parque a más de 100 especies (30 % de la avifauna de la provincia), de acuerdo a un relevamiento parcial llevado a cabo en los meses de otoño/invierno. Número que podría incrementarse si los registros continuaran en los meses de primavera/verano y, si se tienen en cuenta además los listados realizados por investigadores en sitios cercanos como La Leonesa y Colonia Benítez, al norte, y Puerto Vilelas y Colonia Tacuarí, al sur. 

Debido a todo lo expuesto hasta aquí resultan evidentes los argumentos, como así también visible el potencial que posee este espacio, para defender su conservación y proponer que el mismo sea declarado como Reserva Natural Urbana. 


Reservas Naturales Urbanas para el desarrollo sustentable:

En todo el mundo, con variedad de tamaños y riqueza natural, las reservas urbanas naturales cumplen objetivos ecológicos y sociales. Algunas de las ciudades más desarrolladas mantienen en su interior o en la periferia espacios verdes equivalentes, en algunos casos, a la tercera parte de su superficie. Inglaterra está a la cabeza de esta iniciativa ya que cuenta con más de 600 reservas locales que protegen cerca de 29.000 hectáreas de costas, lagunas, bosques añosos, praderas seminaturales adyacentes a las vías férreas y sitios de relleno que fueron recolonizados. En Berna, la capital de Suiza, se emplaza una reserva en medio de la ciudad. En el corazón del parque madrileño Casa de campo, la Sociedad Española de Ornitología administra una reserva con bosque mediterráneo que hoy resulta un singular centro educativo. En las afueras de Milán y vecina al pueblo de Cesano Maderno, administra la reserva Oasi Lipu de Cesano Maderno donde desarrolla diariamente actividades de educación ambiental con la colaboración directa del municipio local. Asimismo, ROMA NATURA, la agencia de ambiente de la capital italiana, administra unas 14 reservas naturales urbanas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de una de las ciudades más importantes de Europa. (Aves Argentinas)

En nuestro país existen numerosas reservas naturales urbanas reconocidas: Otamendi, Ribera Norte, Vicente López, Costanera Sur, Punta Lara, Guillermo E. Hudson, Santa María, Isla Martín García, Santa Catalina, Pilar y Los Robles son algunos de los ejemplos. Nuestra vecina provincia de Corrientes ha avanzado con la creación de Reservas Naturales Urbanas en las localidades de Santo Tomé, Ituzaingó, Loreto, Mercedes y más recientemente avanzando en el mismo camino la capital provincial. Otras esperan ser creadas y numerosos centros urbanos todavía quedan espacios naturales valiosos por su buen estado de conservación o con potencial para regenerarlos

Entonces… ¿Por qué creemos que es importante conservar el Parque Caraguatá?

Considerando la situación de los espacios verdes en la ciudad y las características, funciones y el gran potencial que presenta el Parque Caraguatá, estamos convencidos de que este espacio constituye un recurso ecológico, social, turístico, recreativo, cultural y educativo muy valioso, por lo cual reuniría todas las condiciones necesarias para ser declarada como Reserva Natural Urbana, las que, en la ciudad de Resistencia, están ausentes. 
En un mundo cada vez más preocupado por el desarrollo sustentable, donde gran cantidad de países se encuentran en el proceso de entendimiento respecto al rol esencial de las áreas verdes y con la atención puesta en la creación y/fortalecimiento de una red ecológica urbana, nosotros asistimos a la posibilidad de perder una oportunidad para, en cambio, afrontar, probablemente en no muchos años más, las consecuencias de estas decisiones.
Resistencia tiene la potencial capacidad de ser una "ciudad verde”, es decir, a ser el tipo de ciudades que hoy son celebradas a nivel mundial por las distintas organizaciones internacionales y el concierto de Estados Soberanos, es hora de repensar, una vez más, el futuro que queremos. 



Inambú común (Nothura maculosa). A pesar de ser una persistente presa de caza, aún subsiste en el Caraguatá


Familias de monos carayá (Alouatta caraya) tambíen habitan el Parque Caraguatá.


Un ejemplar de burlisto castaño (Casiornis rufa). Una especie de ave buscada por los observadores de aves que visitan la región


Ejemplares de cuervillos cara pelada (Phimosus infuscatus), que pueden ser observados con facilidad en los pastizales y zonas anegadas del Parque Caraguatá


Ejemplar de pichato grande (Tolmomyias sulphurescens), típica de los estratos medios y altos de los bosques y selvas del norte.

2 comentarios:

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