viernes, 23 de octubre de 2015

PARQUE CARAGUATÁ: PRESENTACIONES DE LA MESA AMBIENTAL

Resistencia, 15 de octubre de 2015


Bajo la informal denominación de Mesa Ambiental se reúne un grupo de instituciones ambientalistas y culturales de nuestro medio al que se suman también personas que individualmente adhieren a ese mismo ideario. Este conjunto ha manifestado frecuente y públicamente su posición ante numerosas circunstancias que afectan o que puedan incidir negativamente en el ambiente local.

Es así como en semanas anteriores la Mesa Ambiental ya se había expedido en los medios de difusión respecto de la controvertida urbanización del Parque Caraguatá. Ahora, ese mismo escrito­ ampliado con más fundamentaciones ambientales e incluso legales que desaconsejan el proyecto en cuestión­ acaba de ser presentado simultáneamente al Sr. Gobernador y a los Sres. Defensor del Pueblo de la Provincia, Ministro de Planificación y Ambiente, Ministro de Infraestructura y Presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV).

Al respecto, la Mesa Ambiental quiere dejar muy en claro sus postulados para evitar ciertas tergiversaciones que se producen, algunas veces por mala fe, pero, más frecuentemente, por ignorancia de lo más básico en materia ambiental.

* En primer término la Mesa Ambiental quiere dejar sentado con mucho énfasis, que de ningún modo un ambientalista se permitiría desconocer la acuciante necesidad de vivienda que padecen tantos conciudadanos ni la obligatoria búsqueda de soluciones perentorias y dignas a este problema que concita tantas esperanzas. El cuestionamiento no será jamás a la construcción de casas familiares sino a la elección de su emplazamiento –pudiendo disponerse de otros-­ justamente en un sitio de excepcional abundancia de biodiversidad que persiste enclavado en una zona que ya no es periférica.

* Esas dos condiciones antes mencionadas ­el permanecer con sus características silvestres a minutos del centro de la ciudad y el albergar una muestra tan rica de nuestro ecosistema­ hacen del Caraguatá un lugar único para preservar como sostén de la calidad de vida de cuantos residen en una vasta área, incluso hasta muy alejados. Además de prestarse ejemplarmente para la educación, la recreación y el turismo, un sitio como éste ofrece una importante moderación de los rigores climáticos, amortiguación y absorción de los excesos hídricos en este puntual momento en que son preocupaciones constantes tanto las amenazas del presente fenómeno de El Niño como el avance
constante del Cambio Climático Global.

* En la lista de ciudades que, a nivel mundial, se consideran como verdaderamente ideales para vivir, se encuentra un buen número de localidades australianas cuyos agobiantes calores superan con facilidad a los nuestros, pero ¿qué comparten todas ellas entre sí y también con otros centros poblados muy celebrados y distintos, de Canadá por ejemplo? En medio de sus virtudes se cuenta, en todos los casos, la existencia no sólo de parques urbanos sino de muy extensas reservas naturales no distantes, sino muy por el contrario: enclavadas en plena trama urbana, sumamente apreciadas por los residentes que las disfrutan, que las saben indispensables en el contexto de su clima y que las muestran con orgullo a los turistas. En Resistencia tenemos gratis la oportunidad de ponernos a la par en ese aspecto y estamos a un instante de arruinarla irremediablemente y, de paso, empeorando el efecto “isla de calor” que las ciudades generan y que resulta extremo en estas latitudes.

* Tiene que entenderse también que una reserva natural no es una plaza que deba llenarse de equipamiento; éste debe ser mínimo y se precisa sólo de un inteligente plan de manejo que la preserve porque la daña una intervención excesiva: es el lugar para conocer la naturaleza, para encontrar y re­conocer la identidad natural del espacio que habitamos, cada vez más borrada e inhallable. Por eso, la vegetación acuática no es “suciedad” que haya que quitar sino que es parte
esencial de la flora característica de los humedales y que está conectada con muchas otras formas de vida (peces, aves, anfibios, insectos, mamíferos). Un paseante apurado o un funcionario que recorran rápidamente estos paisajes poco y nada notarán de la fauna porque ésta, para hacerse ver, requiere de tranquilas y atentas caminatas, ya que no se trata de un zoológico con cada ejemplar exhibido en una jaula. Tal como cantaba don Atahualpa Yupanqui: “Para el que mira sin ver / la tierra es tierra nomás.”

* Un error frecuente en que se incurre es suponer que lo único deseable de conservar es la masa boscosa, cuando que ésta es sólo una ­esencial, eso sí­ de las manifestaciones vegetales de nuestra ecorregión: se olvida la importancia fundamental de las sabanas de pastizales, de los sistemas
pastizal­palmar y de otras formaciones. Los pastizales, por caso, son esenciales como reservorio de especies nativas de plantas de gran utilidad forrajera y de una fauna que le es propia y que incluye a interesantísimas aves autóctonas en peligro de extinción; es más: cuando la sabana se combina con manchones de monte resulta el hábitat insustituible de cantidad de especies que habitualmente no se adentran en el bosque: aguará guazú (uno de los Monumentos Naturales de la Provincia del Chaco por Ley 4306/96), ñandú, y muchos más, que no sólo la habitan sino que allí se dejan ver. Quedan sin mencionar las aves de presa, cuya disminución implica la proliferación de algunos indeseables como los ratones, ni las magníficas bandadas de pechos colorados que se alimentan allí y que, en su temporada, protagonizan despliegues en masa dignos de las más atractivas documentales que se ven en televisión.

* Con excesiva frecuencia se habla en los medios acerca tanto del ambientalismo como del Impacto Ambiental como si ambas cosas fueran ideas y acciones que sólo contemplaran vegetales y animales, cuando de lo que en verdad se trata es de la calidad de vida de los seres humanos y de su misma existencia, que van inexorablemente encadenadas – para bien o para mal­ al destino de este único mundo del que disponemos.

* La Mesa Ambiental se ha sorprendido ante la incógnita que se presenta al interiorizarse de que el lote 104 (el Caraguatá) comprende en realidad 96 hectáreas y 4 áreas y que no se halla inscriptas en el Registro de la Propiedad Inmueble a nombre del estado provincial y, al parecer, nunca lo habría estado. Otro asunto que se tendrá que dilucidar.

* Si los ambientalistas no se expresaron antes, en oportunidad del anunciado destino de una parte del Caraguatá a cementerio, se debió a que se pensó que unas pocas hectáreas con sepulturas no provocarían la perturbación ambiental que significará, sin dudas, la instalación en el sitio del equivalente a un pequeño pueblo con miles de personas, todas sus actividades, servicios y tránsito. Amén de que se esperaban mayores precisiones al respecto, habida cuenta de la volatilidad que sufren los sucesivos proyectos de edificios públicos y urbanizaciones.

* Con la permanente inquietud de contribuir al bienestar general y de preservar el patrimonio común, el colectivo de personas e instituciones que componen la Mesa Ambiental queda a la espera de las repuestas oficiales a las notas presentadas y, en oportunidad de su recepción, las comunicará enseguida a los medios periodísticos.

Firman:
Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia, Fundación Ambiente Total, Conciencia Solidaria (ONG Interprovincial), Centro Cultural Ercilio Castillo, Fundación Casco Histórico Barranqueras, Centro de Estudios Nelson Mandela, CTA Autónoma Metropolitana, Lic. Pablo Romero y otros adherentes particulares.

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